Se trata de espacios verde con vegetación resistente al clima árido de nuestra Provincia
Mendoza,
desierto por naturaleza, posee un clima árido marcado por una gran
amplitud térmica, con temperaturas muy altas en verano y muy bajas en
invierno. Por ello, en los últimos años ha comenzado a crecer la
tendencia del “xeripaisajismo” y los jardines “xerófilos”.
Pero, ¿qué significa exactamente “xerófilo”? Etimológicamente hablando, Xero quiere decir desierto; y Filo,
significa amor. Es decir, se trata de plantas propias de climas áridos.
“Una planta xerófila es aquella que se adapta naturalmente al desierto,
debido a que sus condiciones de especie tienen un bajo requerimiento
hídrico y soporta grandes exposiciones al sol. Su morfología favorece
esta adaptación, con la forma de sus hojas, sus raíces profundas, etc.”,
explica la Ingeniera Agrónoma Ana Oltra, especialista en este tipo de
jardines.
Por
esta razón, los jardines xerófilos requieren menos cuidados que los
espacios verdes convencionales, tanto en riego como en tratamiento de la
tierra. Si tenés un jardín o, simplemente, plantas xerófilas, no es necesario que las riegues diariamente.
Otro
de los factores que influye en la decisión de diseñar un jardín
xerófilo, es la estética. Contrario a la creencia popular, este tipo de
vegetación también es muy colorida y resulta visualmente armónico.
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